Con acento en la promoción de ambientes laborales seguros y el buen trato

Un interesante panel conversatorio organizó la Vicerrectoría de Calidad de Vida, Género, Equidad y Diversidad para aclarar los alcances de la implementación de la Ley 21.643, también llamada Ley Karin, en las universidades estatales. Directivos y directivas, autoridades, jefaturas, funcionarios y funcionarias participaron atentamente en el debate desarrollado en el auditorio FAE.

El viernes 25 de octubre se desarrolló, en el auditorio de la Facultad de Administración y Economía y ante una gran concurrencia, el Panel Conversatorio “Hacia la Implementación de la Ley 21.643 en las Universidades Estatales”. Organizado por la Vicerrectoría de Calidad de Vida, Género, Equidad y Diversidad, a través de su Dirección de Género, Diversidad y Equidad y el Departamento de Derechos y Clima Laboral, la instancia reunió a un grupo de expertos y expertas que analizaron y debatieron acerca de los alcances de la denominada Ley Karin y su aplicación a las instituciones públicas de educación superior.

La presentación de la actividad estuvo a cargo del Subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes Barrientos, mientras que el debate fue moderado por la Directora de la Dirección de Género, Diversidad y Equidad, Dra. Yenniffer Ávalos Carrasco, y protagonizado por la representante de ONU Mujeres, Mónica Salinero; la directora del Trabajo Región Metropolitana Poniente, Carolina Campos, y la asesora de la Subsecretaría de Educación Superior, Irune Martínez.

La jornada abrió con las palabras del Rector de nuestra Institución, Dr. Rodrigo Vidal Rojas, quien aseguró que “en la Universidad de Santiago de Chile estamos comprometidos y comprometidas con el desarrollo de una cultura que no tolere ninguna forma de acoso o violencia. La amplia participación de la comunidad universitaria en esta instancia refuerza el compromiso institucional con el derecho de todas las personas a trabajar en ambientes laborales sanos y seguros”. La máxima autoridad de nuestra casa de estudios agregó que “somos alrededor de 31 mil personas, entre estudiantes, funcionarias, funcionarios, académicas, académicos, jefaturas, direcciones, autoridades y esto incluye a todas y todos sin ninguna excepción. En conjunto podemos hacer que la USACH llegue a ser un ejemplo de convivencia, basada en el respeto irrestricto por los derechos fundamentales, el trato digno hacia cada integrante y el reconocimiento y valoración de la diversidad de quienes componen nuestra comunidad universitaria”.

A la actividad asistieron directivos académicos, jefaturas, autoridades administrativas, funcionarias y funcionarios, representantes de las asociaciones gremiales y de la Federación de Estudiantes, quienes estaban muy interesados en conocer cómo se va a implementar esta legislación en la USACH.

Precisamente, el mismo día se anunció oficialmente la concreción del Protocolo Institucional de Prevención y Actuación frente al Acoso Laboral, Acoso Sexual o Violencia en el Trabajo de la Universidad de Santiago de Chile. Esta normativa busca fortalecer entornos de trabajo seguros y libres de violencia, donde se promueva el buen trato y las prácticas laborales con perspectiva de género, orientadas al desarrollo de las personas con pleno reconocimiento a sus derechos fundamentales, alcanzando principios como igualdad, diversidad, equidad y no discriminación.

Para la Vicerrectora de Calidad de Vida, Género, Equidad y Diversidad, Dra. Karina Arias Yurisch, “la Ley 21.643 contempla como principios fundamentales y transversales la perspectiva de género, la imparcialidad, la confidencialidad, la celeridad y la protección de las víctimas, así como la prohibición de revictimización, exigiéndonos a todas las partes -desde gobierno universitario hasta cada uno o una de quienes integran nuestra comunidad- a actuar con responsabilidad y diligencia para garantizar que la USACH sea un espacio seguro, inclusivo y respetuoso para todas las personas que forman parte de ella”. La Vicerrectora aseguró además que “el protocolo oficial que acabamos de aprobar, luego de un arduo trabajo colaborativo entre unidades especializadas del gobierno universitario y las representaciones de las asociaciones de funcionarias y funcionarios de nuestra Universidad, establece los principios, lineamientos y procedimientos institucionales para prevenir y enfrentar estas situaciones de manera eficaz y oportuna”.

Dentro de la jornada, el Subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes, admitió que la implementación de la Ley 21.643 tiene que ver con un cambio cultural. “Hay muchos que les cuesta entender esta dimensión y sólo le dan una mirada jurídica o procedimental, pero hay otros aspectos que debemos considerar en el tiempo. Se trata de alcanzar otro nivel de trato entre nosotros, en nuestros espacios de trabajo. Un trato que considere el respeto mutuo, la dignidad de las personas. Y en caso de que se produzcan hechos de acoso o de violencia, de darle la debida protección a quienes son víctimas”, aseguró. “No hay que ver la Ley Karin como una amenaza. Es más bien una oportunidad de diálogo social, entre los funcionarios y funcionarias, entre las comunidades, entre empleados y empleadores, para mejorar los ambientes laborales, los espacios de convivencia. Es una oportunidad como país, como sociedad, para tener entre todos los chilenos y chilenas un trato más digno”, concluyó.

Por parte de las panelistas, Irune Martínez, asesora de la Subsecretaría de Educación Superior, comentó que la Ley Karin aborda algo “que las universidades e instituciones de educación superior ya llevan haciendo hace un rato, que es poner el foco en el abordaje de ciertas situaciones que se dan al interior de las comunidades educativas, pero también pone un foco en la prevención. En ver cómo se puede prevenir, promoviendo relaciones basadas en el respeto y en la dignidad, con un profundo enfoque de género que entienda cuáles son las particularidades que se viven en ciertas relaciones sociales y cómo se pueden ir transformando”.

En tanto, la representante de ONU Mujeres, Mónica Salinero, afirmó que “lo que existía en el ámbito de educación superior era más bien asociado a violencia de género y en lo relativo al acoso sexual. Como todas las organizaciones, las comunidades universitarias tienen una cultura propia pero no están exentas de reproducir los mismos mecanismos de desigualdad y discriminación que puedan existir en nuestra sociedad, por lo tanto, tienden a repetir estas conductas. Esta ley viene a poner en el centro que en cualquier empresa o comunidad universitaria se generan relaciones laborales en las que la violencia, el acoso laboral y el acoso sexual son incompatibles con el trabajo decente”.

Finalmente, Carolina Campos, directora del Trabajo Región Metropolitana Poniente, complementó que “la implementación de la Ley Karin implica una alta exigencia a la parte empleadora, respecto de una capacitación permanente. Esta Ley es un gran avance desde el punto de vista de la cobertura y de las garantías de los derechos fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras”.